Los felices 90
En en el análisis de las relaciones económicas internacionales del S.XX debemos tener en cuenta que la red mundial contemporánea es la Globalización, teniendo todo un conjunto de diferentes tendencias globales que se aprecian hoy en las más diversos entornos, y aunque se reconoce como un fenómeno o conjunto de procesos esencialmente técnico-económicos, sus implicaciones tienen alcances extra-económicos.
Vamos a comenzar hablando de algunas cuestiones, que establecen ciertos presupuestos y relaciones entre globalización, crecimiento de los países subdesarrollados y las REI.
Una de las ideas primeras ideas acerca de la globalización es la que se refiere a que como producto de este proceso, estamos en presencia de una “nueva economía mundial”, lo que se relaciona con la idea del pensamiento o la teorización neoliberal, “nuevo capitalismo”.
Algunos estudios de “historia económica mundial” plantean que el actual proceso de creciente integración económica internacional tiene precedentes históricos. En los últimos 10-15 años el comercio mundial ha exhibido tasas de crecimiento que han duplicado las de la producción, y que los flujos de inversión extranjera directa y las transacciones internacionales de los mercados accionarios han crecido tres y diez veces más rápido que la producción; en los 50 años que precedieron a la I Guerra Mundial, se manifestó también un incremento muy notable en los flujos transfronterizos de bienes, capital y fuerza de trabajo.
Podemos observar claras diferencias entre dos momentos de la economía mundial. Por un lado la base tecnológica en que se asentó el proceso de creciente “integración económica internacional” de esa época estuvo asociado al desarrollo del ferrocarril y la navegación a vapor lo que se tradujo en una marcada caída en los costos de transportación; hoy la globalización tiene como base un complejo proceso de cambio tecnológico que ha reducido los costos de comunicaciones, lo cual ha tenido perceptibles consecuencias tanto a nivel macro como microeconómico. Por último habría que destacar que aunque los flujos netos (relativos) de capital global de hoy pudieran ser inferiores a los del período 1860-1914, los flujos financieros brutos a nivel internacional en la actualidad son mucho mayores. Por ejemplo, las transacciones diarias en el mercado monetario internacional se han incrementado desde un monto de 15 mil millones de dólares en 1973 a 1.2 millones de millones de dólares en 1995. Las compras y ventas de acciones y bonos por parte de los inversionistas norteamericanos han crecido desde un nivel equivalente al 9% del PIB de esa economía en 1980 a 64% del PIB norteamericano en 1996.
Cabe destacar que la globalización ha tenido un impacto doble en las economías subdesarrolladas.
En primer lugar, los países subdesarrollados han procedido a un acelerado proceso de integración más estrecha con la economía mundial. En términos generales, las expectativas de obtener mayores niveles de crecimiento, mayores oportunidades de creación de empleos y una reducción de los niveles de pobreza; se asocian a las consideraciones relativas a las ventajas derivadas de la globalización.
Por otra parte, desde mediados de los 80’s, un poderoso consenso se fue forjando, alrededor de la idea de “getting prices right”. De tal forma esa mayor integración a la economía mundial se persiguió a través de una rápida liberalización del comercio, las finanzas y los flujos de inversión; lo que se consideró como trayectoria o receta más idónea para prevenir los retrocesos en el proceso de desarrollo causados tradicionalmente por recurrentes crisis de pagos. Así; la liberalización comercial aseguraría la mejor asignación de recursos de acuerdo a las “ventajas comparativas”, generando los ingresos de exportación necesarios para importar bienes y servicios claves para garantizar un mayor crecimiento económico. La liberalización financiera atraería al capital extranjero en busca de altos rendimientos hacia estos países con “escasez de capital”, permitiéndoles invertir más de lo que ahorran sin enfrentar las restricciones financieras correspondientes. Un mayor flujo de inversión extranjera directa (IED) aceleraría el crecimiento no solo complementando los recursos domésticos para la acumulación de capital, sino también a través de la transferencia de tecnologías y de habilidades organizacionales.
Producción Mundial, 1990-98
(Tasas de crecimiento anual)
Fuente: UNCTAD. Trade and Development Report, 1999, p. 4.
1990-95(a)
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1996
|
1997
|
1998(b)
|
1999(c)
| |
MUNDO
|
1.9
|
3.3
|
3.3
|
2.0
|
3,0
|
Países industriaizados
|
1.7
|
2.9
|
2.9
|
2.2
|
2,6
|
- EUA
|
2.3
|
3.4
|
3.9
|
3.9
|
3,7
|
- Japón
|
1.4
|
5.0
|
1.4
|
-2.8
|
1,0
|
- Unión Europea
|
1.3
|
1.6
|
2.5
|
2.7
|
2,0
|
Economías en transición
|
-8.2
|
-1.5
|
1.4
|
-1.3
|
0,8
|
Países en desarrollo
|
4.9
|
5.8
|
5.4
|
1.8
|
3,5
|
- América Latina y Caribe
|
3.3
|
3.6
|
5.4
|
2.1
|
0,1
|
- Africa
|
1.1
|
3.9
|
2.7
|
2.9
|
3,1
|
- Asia
|
6.4
|
7.1
|
5.8
|
1.6
|
5,3
|
Países en desarrollo excluyendo a China
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4.0
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5.2
|
4.8
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0.8
|
-
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(a) Promedio anual. (b) Preliminar. (c) Estimaciones del FMI. World Economic Outlook, oct/99.
En los primeros años de la década del 90, se acentuó un “lento crecimiento” que caracteriza la dinámica de la economía mundial desde los años 70. Como se observa, entre 1990 y 1995 el crecimiento de la producción del mundo fue casi un 40% inferior al experimentado en la década del ochenta, concretándose así el patrón vigente en los últimos casi 30 años.
También podemos ver en la tabla como entre los años 1990-1995 los países subdesarrollados logran tasas de crecimiento económico superiores a los del promedio mundial y a las de los países industrializados.
Este crecimiento fue promovido por el papel que asumieron los países del Este Asiático, quienes tuvieron un gran crecimiento económico desde los años 70,
El ciclo económico entre 1990-1995 se produjeron ciertas modificaciones en relación con la dinámica cíclica de los 70’s y 80’s. Si bien en los 90’s se han manifestado crisis en la casi totalidad de los países desarrollados, estas recesiones se ubicaron a lo largo del período 1991-1993, por lo que se asistió a una relativa “asincronía cíclica”. Esto significó, que tdurante estos tres años 1991 a 1993, las principales economías mundiales estuvieron en situaciones de recesión.
En el contexto económico internacional a partir de 1997 se hace mas difícil este crecimiento pues las economías mundiales se encuentran en una profunda crisis del sistema financiero. En Julio de 1997 con la devolución de la moneda tailandesa, tras la crisis asiática, tuvo un efecto directo respecto al crecimiento del año siguiente, 1998, el crecimiento económico fue un 38% inferior al año anterior, teniendo un crecimiento en el año 1998 de 2% unidamente. Considerando se un 3% el crecimiento mínimo sostenible que debe de existe para reducir el desempleo y la pobreza del Tercer Mundo.
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